Menu Content/Inhalt
Inicio arrow Bloc arrow Por qué el patrón de la Fórmula Uno interviene en la campaña electoral
Por qué el patrón de la Fórmula Uno interviene en la campaña electoral PDF Imprimir E-Mail
Escrito por beu   
jueves, 17 de mayo de 2007

Paraisos fiscalesJuan Hernández Vigueras, Attac Madrid

La F-1 es hoy un gran negocio financiero gestionado mediante sociedades offshore de Jersey y de Liechtenstein que lo rentabilizan al margen de los pilotos y facilitan los acuerdos con los gestores públicos.

Mientras la falsa crispación desalienta a los ciudadanos ante la política, el poder financiero global interviene cada vez más descaradamente. En Febrero de 2003, en vísperas de la guerra de Irak, Jeb Bush, el hermano gobernador de Florida, agradecía en Madrid su acogida por el “Presidente de la República española” (eso dijo) y ponderaba las oportunidades de negocio que se abrían para las empresas españolas. En Mayo 2007, varios millones de españoles vimos y escuchamos en TV al patrón de la Fórmula Uno, el magnate británico Bernie Ecclestone, diciendo que Valencia tendrá el Campeonato solamente si el PP gana las elecciones allí. Sería el Campeonato de Europa porque el Campeonato de España se celebra en Montmeló. Y con su patriotismo renacido, la derecha valenciana de Camps y Barberá y la nacional de Rajoy, expresaron públicamente su satisfacción confiando en los ciudadanos “sensatos”.

Un par de días después, el presidente del Consorcio del Circuito catalán, Carod Rovira, y el mismo magnate británico anunciaban que el contrato con la F-1que finalizaba en 2011 quedaba ampliado hasta 2016 para continuar organizando el Gran Premio de España. Carod incluso declaró que considera positivo los acuerdos de Valencia y de Cataluña porque "reforzará el área mediterránea como referencia mundial de la Fórmula 1" (La Vanguardia 13/5/2007) aunque no precisó si aludía al Norte o al Sur del Mediterráneo.

¿Por qué tales acuerdos en plena campaña electoral?

Por el negocio no por el deporte. Ante todo, hay que tener claro que el actual negocio de la F-1 como tantos negocios con dimensión financiera internacional necesita de los favores del entorno político, sobre todo desde que la prohibición europea de la publicidad del tabaco ha reducido una parte importante de sus ingresos comerciales, la gran fuente de financiación de los Campeonatos. Como subrayan los expertos, para asegurarse una carrera en un país determinado, la organización de la F-1 tiene que disfrutar de un entorno financiero y normativo favorable y los gobiernos locales tienen que pagar por el derecho a organizar un gran premio, incluso incentivando la concurrencia con actividades públicas complementarias a cargo de la hacienda pública. De ahí, por ejemplo, que sea en un circuito urbano en Valencia.

Únicamente el trasfondo financiero ayuda a entender el papel de la política en estos Campeonatos. El ex piloto convertido en financiero tiene ahora como socio a la firma británica CVC Capital Partners, catalogada de capital riesgo, conocida en la Bolsa madrileña por sus compras y ventas especulativas de acciones. Porque, aunque Fernando Alonso tenga todas nuestras simpatías como excelente piloto, hace tiempo que en el mundo anglosajón la afición considera que este deporte de la F-1 “ha perdido su alma”, sometido como está a las exigencias del negocio. Y esas exigencias del dinero justificaron el millón de libras esterlinas (en torno a millón y medio de euros) que Ecclestone entregó para la campaña de Tony Blair. La controversia provocada por los funcionarios competentes del Reino Unido fue superada con éxito, ya que se había respetado formalmente la legalidad; se trataba de una donación hecha en enero, cuando el partido laborista estaba aún en la oposición, antes de las elecciones de Mayo 1997 (BBC News, 24/9/2000)

¿Por qué lo financiero domina la F-1?

Porque los grandes negocios de la globalización son financieros han dejado de ser simples negocios privados para convertirse en asuntos de poder, de poder político. El caso de la Fórmula Uno es significativo porque está en alza con millones de espectadores repartidos en todo el mundo desde China al Oriente Medio, con unos ingresos anuales de mil millones de dólares y unos presupuestos en torno a 400 millones para sus principales equipos, apoyados por corporaciones transnacionales como Toyota, BMW y Red Bull.

Y cuanta mayor importancia tiene lo financiero mayor es el secretismo, ocultado tras los relatos minuciosos de los avatares de los pilotos. La gestión económica de la organización de los Campeonatos tiene dos bases fundamentales, que son el llamado concordato para el reparto de la tarta de los ingresos con los fabricantes de los coches; y la maraña de sociedades para su gestión comercial, casi todas domiciliadas en paraísos fiscales.

Por un lado, el acuerdo secreto – confidencial se dice – denominado el Concordato, porque se concertó en los últimos años ochenta en la plaza de la Concordia de Paris, en la sede de la FIA, la Federación Internacional de Automovilismo. En el se establecen las normas técnicas de las competiciones y también la distribución de los ingresos comerciales incluidas las retransmisiones por TV. Cuando, descontentos con el reparto y la gestión, el consorcio de los fabricantes de los vehículos de F-1 amenazó con organizar carreras desvinculadas del campeonato, el magnate Bernie Ecclestone se apresuró a suscribir un Protocolo de Intenciones que mantiene la vigencia del acuerdo hasta 2008 y el reparto de los ingresos comerciales que concede a los equipos participantes el 47 % de los ingresos por los derechos de la retransmisión por TV; los circuitos perciben solamente los ingresos del importe de las entradas. Y los campeones de la Fórmula Uno permanecen al margen de la gestión de este opaco tinglado financiero.

Pero todo lo demás, la gestión de los derechos comerciales y financieros la controla el británico Ecclestone con opacidad casi total. Mientras la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) es la propietaria de la F-1, la licencia de los derechos comerciales es controlada casi en exclusiva por las sociedades de este multimillonario. Como en tantos negocios financieros, las operaciones comerciales de la F-1 corren a cargo de una estructura definida por la revista económica británica, The Economist, como “un complejo plan de evasión fiscal” ("complex tax-avoidance scheme.") Pero este entramado de sociedades instrumentales en paraísos fiscales extraterritoriales, además de facilitar “menores costes fiscales”, incentiva la corrupción política mediante el pago de comisiones bajo cuerda y los negocios sucios que burlan las legislaciones, contribuyendo a socavar el funcionamiento de nuestras democracias porque obstaculizan la gestión decente de los gobiernos democráticos, como he explicado sobre todo en mi libro Los Paraísos Fiscales (AKAL, 2005). Los relatos sobre Marbella ya nos han contado cómo se lograron no solamente las recalificaciones de terrenos mediante sociedades en Gibraltar sino el reparto de miles de euros para aunar las voluntades de los concejales que votaron la moción de censura, que cambio el equipo de gobierno del Ayuntamiento para que se aprobara lo que interesaba a los financiadores con socios en Liechtenstein, otro paraíso fiscal asociado a la UE.

Para “agilizar” el negocio, una maraña de sociedades offshore.

Aunque los acuerdos con los gestores públicos – que representan el interés general - no lo tienen en cuenta, la gestión comercial de la F-1 se asienta sobre una cadena de sociedades controladas por Bernie Ecclestone, comenzando por Formula One Management (FOM) y Formula One Administration (FOA) y varias otras que incluyen en su denominación lo de Formula One.

La propietaria de Formula One Management (FOM), con la que se ha firmado el acuerdo mencionado sobre Montmeló, es una sociedad offshore denominada Petara registrada en el paraíso fiscal de la Isla de Jersey, que a su vez pertenece a Formula One Administration (FOA) con la que se ha sido firmado el contrato para el Campeonato de F-1 en Valencia. Lo ha firmado con la sociedad española Valmor Sport, participada por Bancaja, la entidad de ahorros que preside el ex presidente de la Generalitat valenciana, José Luis Olivas, y que asumiría el pago del canon convenido a cambio de explotar una parte de los derechos del circuito y la carrera en los próximos siete años durante 2008 a 2015 (El País, 11/5/2007)

Tales sociedades anónimas pertenecen a un núcleo de sociedades de cartera que las gestionan, como son SLEC Holdings Ltd., Alpha Prema UK Ltd.; y Alpha Topco Ltd.   Por lo que, llegado el caso dada la debilidad de la carne, la futura investigación de las posibles comisiones ilegales y/o blanqueo de dinero ilegal resultará aún más compleja y difícil que los casos Ballena Blanca y Operación Malaya.

SLEC Holdings (acrónimo tomado del nombre la mujer de Bernie, Slavica Ecclestone) es una sociedad de Jersey dueña a su vez de la sociedad Formula One Holdings Limited que a su vez es la propietaria de FOA con la que se ha firmado el contrato en Valencia. SLEC Holdings pertenece a otra sociedad de Jersey, que se denomina Topco Ltd. cuya propiedad se distribuye en un 75 % de la firma CVC Capital Partners y en un 25 % de Bambino Holdings (en wikipedia, en inglés, hay datos).

En el penúltimo escalón de la pirámide gestora de Bernie Ecclestone está Bambino Holdings, otra sociedad de Jersey que detenta las acciones de la anteriores, y cuyas acciones a su vez pertenecen a otra sociedad de fideicomiso denominada Bambino Trust, registrada en el paraíso fiscal de Liechtenstein, que tiene como dueños a la familia Ecclestone.

Del grupo CVC Capital Partners se dice que es “un inversor invisible con mucha luz” que pertenece al poderoso Citigroup y dispone también de una sociedad “de buzón de correos” en Jersey (CVC Capital Partners Advisory Company. P.O. Box 87. St. Helier) Este nuevo socio financiero de Ecclestone, es muy conocido en la Bolsa española donde compro la empresa textil Cortefiel, los supermercados El Árbol y antes Dorna, la sociedad de gestión deportiva que tiene la exclusiva de la organización del Gran Premio de Motorismo. Sin duda sobre las posibilidades futuras del Campeonato en Valencia pudiera hablar con autoridad el “amigo” y socio comercial de Bernie Ecclestone, el yerno Alejandro Agag, ex relevante figura del partido popular europeo y de quien se dice que se está forrando gracias al piloto español.

Para colaborar en el éxito financiero del proyecto valenciano, los gestores podrán contar con el apoyo del otro magnate británico Rupert Murdoch y su influyente grupo de comunicación News Corporation, que cuenta con la experiencia de José Maria Aznar como miembro de su consejo de administración, donde figura como “former president of Spain”, ex presidente de España (como se puede ver en www.newscorporation.)


Etiquetas:  Paraísos fiscales Fórmula 1 Administraciones públicas
Modificado el ( jueves, 17 de mayo de 2007 )
 
< Anterior

Firma Por La Separación Iglesias - Estado

Ayuda a Wikipedia

Wikipedia Affiliate Button