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Las verdaderas causas de la guerra de Irak PDF Imprimir E-Mail
Escrito por beu   
viernes, 26 de marzo de 2004
El presente documento es revelador en lo referente a las políticas de ciertos gobiernos americanos, o posiblemente todos. Después del apoyo a la segunda guerra de Irak por parte de nuestro gobierno del PP, a la cabeza José María Aznar, y con más de un 90% de la población en contra, no es de extrañar que CEPSA y REPSOL consiguieran contratos para explotar sus respectivos yacimientos petroliferos, más otros contratos para la reconstrucción de infraestructuras y servicios que se puedan rapiñar con el paso del tiempo por parte de otras empresas. Habría que señalar un aspecto más, y es que el coste de los gastos derivados del desplazamiento de las tropas españolas a las zonas que hay que pacificar para que las compañías nombradas anteriormente puedan extraer su crudo, se paga con el impuesto de todos los españoles, incluidos el 90% que estaba contra la guerra. Por otro lado, las ganancias que reporten el petróleo robado sólo beneficiará a unos cuantos. En cualquier caso, yo no quiero ese dinero.
Si los intereses económicos son los que marcan la política exterior de España, incluso para llevarnos a una guerra, ¿se podría decir que se vive en una democracia cuando la opinión del 90% de la población no cuenta? Yo, personalmente, creo que no. Basado en información contenida en el documento: Los entresijos del ataque americano a IRAK en 1991
Fuente: curso de "Análisis de Modelos y Gestión de los Recursos Naturales 1", Politécnico de Milán


Se estima que los costes totales de la Guerra del Golfo fueron unos 40 mil millones de dólares. ¿Quién ha pagado todo ese dinero? Sería inmediato pensar que los 40 mil millones de dólares hayan sido pagados por los EEUU, pero eso es verdad sólo en parte. En efecto, de los 40 mil millones de dólares, el 25% de los costes fueron cubiertos por los EEUU, es decir, unos 10 mil millones de dólares, y el 75% restante fue cubierto por los países árabes, en particular de Kuwait y Arabia Saudí, unos 30 mil millones.

La pregunta ahora sería de dónde sacarón ese dinero para la financiación de la operación militar.
Bien, veamos: el precio del petróleo, antes de la guerra, estaba al rededor de 15 dólares el barril, pero con la Guerra del Golfo aumentó hasta 42 dólares el barril, generando una renta extra estimada de, al menos, 60 mil millones de dólares.

¿A quién ha ido a parar esta renta? En los Países árabes rige la ley del fifty-fifty: 50% para el gobierno local y 50% para la multinacional que controle el yacimiento explotado. Luego, si la renta neta derivada del aumento del precio del petróleo fueron unos 60 mil millones de dólares, 30 mil millones fueron a parar a las compañías petrolíferas y otros 30 mil millones a los gobiernos de los países árabes: Kuwait, Arabia Saudí...

La siguiente pregunta que nos deberíamos hacer es ¿Quiénes son los dueños de las compañías petrolíferas?
En Oriente Medio la extracción y el comercio del petróleo está totalmente en manos de las 7 Hermanas (Shell, Tamoil, Ello...), todas americanas, y de las cuales 5 son de propiedad estatal americana. Eso quiere decir que estas multinacionales ganaron 30 mil millones de dólares, de los cuales, según su titularidad, unos 21 mil millones fueron a las arcas del gobierno americano y, el resto, otros 9 mil millones a empresas privadas americanas.

Haciendo un poco de cuentas se tiene que:
En dólares
Gastos de guerra
40.000 millones = 30.000 países árabes + 10.000 gobierno EEUU
Ganacias por la subida del petróleo
60.000 millones = 30.000 países árabes + 30.000 EEUU
Ganancias o pérdidas
Países árabes = 0
Gobierno EEUU = 21.000 - 10.000 = +11.000 millones
Multinacionales EEUU = +9.000 millones

Ahora está todo más claro. Entre el bobierno de EEUU y sus empresas, que dicho sea de paso, pagan las elecciones de sus candidatos en gran medida, ganaron 20 mil millones de dólares con esta guerra. A continuación cabría preguntarse si la verdadera intención era liberar Kuwait, para seguidamente restituir a su dictador en su puesto y que siguiera gobernando el país.

Como diría Super Ratón, eso no es todo, amigos, aún hay más. ¿Quién ha pagado, finalmente, las cuentas la guerra del 91 en Irak?
Los que utilizan el petróleo, es decir, todos nosotros.

Además, hay otras cuentas que no se han considerado todavía:
1. El gobierno de EEUU, entre aumento del precio del crudo y rentas derivadas de la guerra, han ganado, por un lado 11 mil millones de dólares directamente y otros ¡¡¡49 mil millones derivados de la guerra!!!
2. ¿Dónde fueron a parar los 40 mil millones de dólares que se gastaron en la guerra?
En la industria bélica, que casualmente, es casi totalmente Norte Americana.

Últimas consideraciones
Es fácil imaginar que la Guerra del golfo, en 1991, haya sido llevada a cabo, exclusivamente, por estos motivos económicos, y no por un fin "humanitario" o de "defensa de la libertad." De hecho, no se liberó al pueblo de Kubait, sino que se restituyó a su dictador.
Con esta luz sobre los asuntos, resulta fácil también entender otros dos hechos de actualidad: el porqué de la guerra en Afganistán y de la nueva guerra en Irak. En particular, la guerra en Afganistán tuvo como principal objetivo la instauración de un gobierno pelele que dejara la vía libre a la construcción de un oleoducto en su territorio, de propiedad americana, a lo largo de 2.500 km.
Este oleoducto, de importancia estratégica, tiene una única alternativa: la construcción de otro oleoducto, más largo (unos 5.500 km), enormemente más caro de construir y de mantener, a causa de los impuestos que habría que pagar, por parte de EEUU, a los países surcados por tal obra.
Mucho más fácil, por lo tanto, es arrasar un país ya atormentado por 30 años de guerra y convertirlo en un estado manejable, con la posibilidad de construir y administrar el oleoducto-atajo con toda tranquilidad.

Para entender por qué George W. Bush quería atacar de nuevo Irak tenemos, sin embargo, que saber que EEUU está en proceso de ruptura con su mayor proveedor de petróleo en el área de Oriente Medio: Arabia Saudí. La ruptura parece ser insalvable, bien porque Arabia Saudí es uno de los principales países implicados en el terrorismo de Bin Laden, bien porque la opinión pública internacional se ha alineado en masa en contra de este país a causa de la violación de los más elementales derechos humanos. Por lo tanto, la administración Bush se ha fijado un objetivo prioritario: buscar una alternativa petrolífera a la de Arabia Saudí en el área de Oriente Medio. El modo más fácil, obviamente, es provocar una guerra con Irak y establecer un régimen pelele en dependencia directa de los EEUU, de ahí todos los esfuerzos para denunciar unas armas que no existían y de los intentos de relacionar a Irak con Bin Laden, cuando nada está más lejos de la realidad.

Pero ¿Por qué Irak?
Por varios motivos:
- Es un país que no podía defenderse: la pobreza causada por el embargo provoca la muerte por hambre de entre 300.000 a 500.000 niños cada año.
- Irak ofrece un fácil pretexto: la presencia de fantasmales armas de destrucción de masiva para justificar el ataque a los ojos de la opinión pública, que nada sabe, o sabía, de las verdaderas causas de la guerra, la lucha por el control del petróleo. Estas armas, sin embargo, son desarrolladas sólo con una tecnología punta y notables capitales, dos factores que en Irak no abundan precisamente.
- Irak se había creado muchos enemigos y no gozaba de la protección de ningún estado potente (ya no está la URSS), capaz de oponerse con decisión a la amenaza de un ataque americano.
- Por supuesto, el petróleo. Como ya se ha dicho, buscar una alternativa a Venezuela y a Arabia Saudí, los mayores proveedores de crudo de EEUU, ambos en proceso de ruptura, se ha convertido por lo tanto en la prioridad de la administración Bush. Además hay que hacerlo de forma que después les cuadren las cuentas, de ahí el nerviosismo del gobierno americano por el anuncio del futuro presidente de España de retirar las tropas, y el dinero que las mantiene, de la ocupación ilegal de Irak.

¿Qué hacer?
Ante todo, dar a conocer al mayor numero de personas posibles las verdaderas causas de la guerra. Si una persona es ignorante, es fácilmente controlable. Si en cambio empieza a razonar, es capaz de oponerse a elecciones bárbaras y absurdas dictadas por el puro interés económico.
 
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