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Cheney presionó a la CIA en la elaboración de los informes sobre Irak PDF Imprimir E-Mail
Escrito por beu   
viernes, 26 de marzo de 2004
Cheney presionó a la CIA en la elaboración de los informes sobre Iraq, según el 'Washington Post'

Se multiplican las filtraciones de la Agencia sobre la politización de los documentos que justificaron la guerra.

La Inteligencia británica pide a Londres que no presente como oficial ningún informe secreto ajeno a sus servicios.
Bush arenga a sus tropas en Doha y promete encontrar las armas prohibidas en Iraq.
Blix reitera que los inspectores no encontraron ''en ningún momento'' armas prohibidas en Iraq.
Palacio asegura que es importante encontrar armas en Iraq por su ''interés mediático''. J. Núñez/E.P.

Nueva York



El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, presionó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) durante la elaboración de los informes sobre los arsenales de Iraq, con el fin de que los analistas declararan que Iraq poseía armas de destrucción masiva y vínculos con la red terrorista Al Qaeda, según informa en su edición de ayer el diario 'Washington Post'.

La polémica sobre la veracidad de los informes elaborados por los servicios de inteligencia estadounidenses se acentúa cada día que pasa, y arroja una sombra de duda sobre el principal argumento esgrimido por Washington para declarar la guerra a Iraq. Las disputas han alcanzado también a Reino Unido, donde la gestión de Tony Blair está siendo cuestionada incluso desde los servicios secretos.

Después de que en las últimas semanas se multiplicaran las filtraciones de agentes de la CIA denunciando una "fuerte politización" en los informes que dictaminaban que Sadam Husein poseía un amplio arsenal de armas prohibidas, ayer el Washington Post publicaba que Cheney viajó en varias ocasiones a la sede de la CIA para presionar a los analistas.

Cheney, que en agosto pasado se convirtió en el principal adalid de la Administración Bush de la invasión de Iraq, visitó frecuentemente a los agentes de la CIA. También su jefe de gabinete, Lewis Libby, se entrevistó frecuentemente con los analistas para "enviar señales, premeditadas o no, de que era necesario obtener tal resultado", según declaró al diario un alto directivo de la agencia.

Otros empleados de la CIA declaran no haber sido influidos por las visitas del vicepresidente, e incluso unos cuantos dicen que eran benéficiosas. Pero la revelación de que Cheney estuvo directamente involucrado en la elaboración de los informes de la Agencia, algo muy poco frecuente en el funcionamiento del Gobierno, sólo sirve para reavivar el fuego de que muchos de los informes que justificaron la guerra estaban, cuando menos, exagerados.

El diario no supo cuántas veces visitó Cheney a los empleados de la CIA, pero uno de los agentes precisó que fueron "varias". La presencia del vicepresidente era aún más notoria ya que el presidente, George Bush, en persona recibe un informe diario acerca de las actividades de la Agencia.

Cheney no comenta

Una portavoz de la oficina de Cheney no quiso discutir el asunto. "El vicepresidente valora el duro trabajo de los servicios de inteligencia, pero su oficina tiene la costumbre de no hacer comentarios de forma específica acerca de ese tipo de documentos", explicó la directora de asuntos públicos del 'número dos' de la Casa Blanca, Cathie Martin.

Como prueba de que el asunto de los informes de la CIA está cada vez más candente, dos altos funcionarios del Pentágono ofrecieron conferencias de prensa para negar que hubieran tratado de presionar a la agencia de inteligencia por razones políticas. "No conozco a nadie que haya presionado a nadie", afirmó el subsecretario para Asuntos Políticos del Departamento de Defensa, Douglas Feith.

Hace unas semanas se informó de que el director de la CIA, George Tenet, nombró a un equipo compuesto por agentes retirados para revisar cada uno de los informes sobre Iraq que circularon en la Administración antes de la guerra. El equipo luego comparará lo dicho en los informes con lo que se ha descubierto ahora en Iraq.

Para muchos analistas, no cabe duda que esa información venía motivada por razones políticas y no estaba respaldada por pruebas fehacientes. En varias ocasiones, los agentes de la CIA se han quejado de que altos funcionarios del Departamento de Defensa y otros miembros de la Administración Bush les presionaron para escribir informes que apoyaran la visión del gobierno sobre Iraq.

La investigación sucede además en un momento en el que crece la tensión entre el Pentágono y la CIA. El año pasado, el Departamento de Defensa creó una unidad especial para revisar los informes de inteligencia sobre Iraq y detectar elementos que apoyaran su visión del régimen de Sadam Husein. Desde entonces, los agentes del servicio secreto se quejan de una mayor intromisión del Pentágono en sus labores.

Blair, cuestionado por el MI6 y MI5

Por su parte, los jefes de los servicios secretos británicos han pedido al Gobierno que no vuelva a presentar como oficial ninguna información de inteligencia que no proceda de sus departamentos, según informó ayer el diario The Guardian.

Los directores de los servicios MI6 y MI5 han insistido, al respecto, que Downing Street no puede utilizar públicamente ninguna información de inteligencia que no haya sido aprobada previamente por los organismos competentes.

La insistencia de los responsables de inteligencia para que no se haga un uso político de sus informes se disparó, sobre todo, tras la publicación en pasado mes de febrero de un segundo dossier en el que se mezclaban informaciones del MI6 con materiales procedentes del ámbito académico.

Fuentes de la inteligencia calificaron este suceso de "serio error" y lamentaron las presiones ejercidas por el Gobierno para conseguir cualquier indicio de los supuestos vínculos entre Iraq y Al Qaeda que sirviese para apoyar la operación militar norteamericana y británica en el país árabe.

Varios altos funcionarios de inteligencia y de seguridad británicas han indicado que la amenaza de las armas de destrucción masiva que supuestamente albergaba el régimen de Sadam Husein no era tan importante como aseguraba el Gobierno, señala el diario.

Artículo original:
http://www.estrelladigital.es/articulo.asp?sec=mun&name=iraq_cheney&fech=06/06/2003
 
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